viernes, 21 de octubre de 2011

Deberíamos besarnos para romper la tensión.


Estamos enfrente el uno del otro. Apenas nos separa un metro y puedo ver como su pecho sube y baja rápidamente. Me atrae hacia él y me aparta el pelo. Me acaricia con los dedos la mejilla y acerca su cara aun más a la mía. Puedo notar su respiración agitada, su corazón latir, a punto de salirse de su pecho. Me muerdo el labio inferior. Estoy nerviosa. Lo sé y lo sabe. Me besa en la comisura de los labios
-Dime que pare. Dime que pare porque esto no está bien.
- No puedo pensar cuando estas tan cerca. Apenas puedo respirar...

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