domingo, 12 de septiembre de 2010

Creo en ti sin razones, sin sentidos.



Justamente ahora irrumpes en mi vida, tarde como siempre nos llega la fortuna
Tu ibas con ellos, yo iba con el, jugando a ser felices por desesperados.
Por no aguardar los sueños por miedo a quedar solos.
Pero llegamos tarde, te vi y me viste, nos reconocimos enseguida, pero tarde
Maldita sea la hora que encontré lo que soñé, tarde.
Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte, tanto inventarte
Tanto buscarte por las calles como una loca, sin encontrarte
Y ese miedo idiota de verte vieja y sin pareja, te hace escoger con la cabeza lo que es del corazón. Y no tengo nada contra ellos, la rabia es contra el tiempo
Por ponerte junto a mi, tarde. Ganas de huir, de no verte ni la sombra
De pensar que esto fue un sueño o una pesadilla, que nunca apareciste, que nunca has existido ganas de besarte, de coincidir contigo, de acercarme un poco, y amarrarte en un abrazo, de mirarte a los ojos y decirte bienvenido.
Pero llegamos tarde, te vi y me viste, nos reconocimos en seguida, pero tarde
Quizás en otras vidas, quizás en otras muertes, que ganas de rozarte, que ganas de tocarte, de  acercarme a ti y golpearte con un beso.
De fugarnos para siempre, sin daños a terceros.




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